Para cumplir con este objetivo, abrimos varios concursos para motivar su participación y explorar la narrativa infantil, que nos permita entender los cambios afectivos y emocionales que les ha sucedido y les sucede en tiempos de pandemia. El primer concurso para que participen niñas y niños de básica primaria se denomina Pintando la Pandemia.
Este primer concurso hace parte del proyecto de investigación denominado RECUPERANDO LA VOZ DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA: RECOBRANDO SU ALEGRÍA, proyecto ganador del 11º Premio de Ibermuseos de Educación y es la ocasión para que pinten o dibujen lo que deseen sobre su vivencia emocional en tiempos de confinamiento y de pandemia. Su participación, nos ayudarán a responder varias preguntas que nos preocupan: ¿Qué podemos hacer por los más pequeños desde el Museo interactivo Casa de la Ciencia y el Juego? ¿Cómo debe prepararse la escuela para la alternancia o la presencialidad?. ¿Cómo se sienten?. ¿Qué necesitan?. ¿Cómo ayudarlos?. ¿Cómo quieren que sea la nueva escuela pos pandemia?. ¿Qué aprendieron?, entre otras inquietudes. Queremos aprender de los más pequeños, queremos escucharlos, oír su palabra, sus inquietudes y dificultades. Creemos que es vital propiciar espacios para la conversación y que mejor que el arte, herramienta que los puede inspirar, para que puedan mostrar sus sentimientos y emociones en esta época tan convulsionada en lo social, la salud, lo económico y lo cultural.
La Casa de la Ciencia y el Juego diseñó una página web de fácil manejo, www.casacienciayjuego.com, muy intuitiva, con el objetivo de establecer comunicación con las niñas, niños, sus padres, madres, cuidadores. La plataforma, será el pretexto para el diálogo y la escucha. Buscamos motivar y tomar como pretexto la pandemia para aprender, fortalecer la creatividad, el juego, la imaginación y el pensamiento crítico.
Dar voz a las niñas y a los niños en tiempos de Pandemia, para que se expresen libre y abiertamente sobre la escuela, la sociedad, el encierro, sus padres, sus amigos, el juego, su creatividad, serán los insumos con los cuales debemos reimaginar y reinventar la nueva sociedad y la nueva escuela que se merecen en tiempos de pos pandemia.
Llegó la época para que la sociedad entienda, interiorice, respete y ponga en práctica la Convención sobre los Derechos del Niño. En ella, se reconoce al niño y a la niña como ciudadanos de la sociedad, con derechos y necesidades. Su participación, opinar y ser escuchado en temas que le afecten, es un derecho indiscutible y es un deber de la sociedad escucharlos atentamente. Tienen derecho a expresarse y elegir la manera de hacerlo. Tienen derecho a relacionarse con otros niños, a espacios de ocio, derecho al juego libre y derecho a una escuela digna, que logre su pleno desarrollo. Todos sus intereses y derechos prevalecen al de otra persona adulta. Estamos en mora de hacer cumplir este mandato internacional, aprobado por la mayoría de los países del mundo.
Este primer encuentro “Pintando la Pandemia” es concurso de dibujo o pintura, que ensaya auscultar por medio del arte, cómo sienten y viven la Pandemia las niñas y niños. El objetivo central es convocar su enorme y potente talento infantil, para que represente su estado emocional, o el de su familia, sus amigos y nos permita conocer sus imaginarios, las problemáticas familiares, sus intereses, temores y potencialidades generadas en tiempos de pandemia. Las participaciones recibidas hasta la fecha son maravillosas, excelentes y en ellas reflejan el dolor de patria, el valor de la familia, las preocupaciones ambientales, el futuro que nos espera y las grandes incertidumbres que los acechan. Hay mucho que aprender y no podemos perder esta oportunidad de conversación para diseñar el futuro.
Pinturas y dibujos de niñas y niños de Pasto y Nariño.
Los concursos aparecerán periódicamente y será la ocasión para conversar una vez al mes como buenos amigos, como compañeros, como parceros, con las niñas y los niños, verdaderos maestros de los cuales tenemos mucho que aprender. Muchos autores se refieren a los pequeños con potentes frases, que reflejan su potencial y grandeza, pero es de lamentar que la sociedad no los acoja como el más grande recurso, que se debe proteger, conservar y potenciar. Uno de esos lamentos es la Convención de los derechos del niño, una pieza literaria extraordinaria que muchos países firmaron, pero que en la práctica no los respetan ni los pone en práctica. Mariano Sigman en su libro La Vida Secreta de la Mente afirma que:” De todos los lugares que recorremos durante la vida, el más extraordinario seguramente, sea el país de la niñez” y todos sin excepción hemos sido sus ciudadanos y lo hemos habitado. Sin embargo, expresiones o conceptos pululan en sentido contrario. En Colombia surgió el concepto estatal en mala hora, denominando a niños y niñas como máquinas de guerra; fenómenos naturales que afecta y arrecian poblaciones y territorios, le denominan “fenómeno del niño”, o “fenómeno de la niña”, o los señalan como vándalos o terroristas. No y No. Si queremos fortalecer las democracias de nuestros países en América Latina, tenemos que crear los espacios y ambientes para que expresen libremente sus opiniones y la sociedad debe estar dispuesta a escucharlos y actuar en consecuencia.
En esta investigación, los trabajos serán analizados por expertos de diferentes especialidades, para extraer la máxima información posible que nos permita indagar a fondo los sentimientos y las emociones que hoy habitan en los infantes y conjuntamente, decidir construir un nuevo mundo y una nueva escuela al tamaño y los sueños de las niñas y los niños.
La Casa de la Ciencia y el Juego, un lugar para gestionar las emociones a partir de la ciencia, tecnología e innovación.